Seleccionar página

Obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo 1 y tipo 2

¿Qué es el síndrome metabólico?

El vínculo entre la obesidad y la diabetes tipo 2 provoca lo que se denomina síndrome metabólico.

Este síndrome corresponde a una acumulación abdominal de grasa (perímetro de cintura mayor de 94 cm en hombres y 80 cm en mujeres), más dos de las siguientes cuatro anomalías:
  • Presión arterial alta moderada
  • Azúcar en sangre en ayunas por encima de 100 mg/dL
  • Anomalías en los lípidos (tipos de grasa) de la sangre
  • Demasiados triglicéridos, insuficiente HDL-C o «colesterol bueno»

Consecuencias del síndrome metabólico

El síndrome metabólico se caracteriza por una resistencia a la acción de la insulina, que es directamente proporcional a la acumulación de grasa a nivel abdominal.
La presencia de un síndrome metabólico aumenta en gran medida la probabilidad de un incidente cardíaco.

Detección de obesidad

¡La evaluación de la obesidad se puede realizar de manera fácil y económica con una simple cinta métrica!

Azúcar, azúcar en sangre e insulina

¿Cuál es el papel del azúcar?

El cuerpo utiliza los azúcares (llamados carbohidratos), las grasas (o lípidos) e incluso las proteínas para producir la energía que necesita. La glucosa (un carbohidrato) no deja residuos cuando se quema, por lo que es el combustible ideal para todas las células. También es el único combustible utilizable para nuestro cerebro, que consume grandes cantidades.
Azúcar en la sangre
El azúcar circula en la sangre a una concentración más o menos constante. De hecho, siempre debe estar disponible para los órganos que lo necesitan. La concentración de azúcar en la sangre se llama azúcar en la sangre. Está entre 74 y 106 mg/dl (miligramos por decilitro). Hablamos de hipoglucemia cuando la concentración de azúcar en sangre es demasiado baja, y de hiperglucemia cuando es excesiva.
El papel de la insulina
Cuando la concentración de azúcar en la sangre es demasiado alta, el páncreas libera una hormona particular: la insulina. Esto estimulará el hígado y los músculos para capturar el azúcar y ponerlo en reserva. Estas reservas permitirán afrontar situaciones de carencia de glucosa. Por lo tanto, la insulina es necesaria para llevar el azúcar a los tejidos.

Diabetes tipo 1 y 2

Diabetes tipo 2: una enfermedad de grasa e insulina

La explosión en el número de casos de diabetes se explica por el paralelismo entre la «epidemia» de la obesidad y la de la diabetes: el 80 % de los pacientes diabéticos tipo 2 son obesos. La obesidad, y más particularmente la obesidad abdominal, juega un papel importante en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Este tipo de diabetes, que generalmente aparece después de los 40 años, está relacionada tanto con la resistencia celular a la acción de la insulina como con una disminución en la producción de este último por el páncreas.
Esta forma de diabetes se llama diabetes tipo 2 o diabetes «grasa». Representa el 90 % de los casos de diabetes.

Diabetes tipo 1: una enfermedad autoinmune

No se trata de obesidad o resistencia a la acción de la insulina en la diabetes tipo 1. Esta forma de diabetes es más bien una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo destruye las células que producen insulina. El tratamiento de la diabetes tipo 1 se basa en la administración obligatoria de insulina ya que el organismo ya no es capaz de producirla. La diabetes tipo 1 suele aparecer en la infancia.
Referencias:
Artículo escrito por el Dr. Jean-Yves Hindlet.