Seleccionar página

Patologías de la diabetes

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta a la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. El cuerpo descompone la mayor parte de los alimentos en glucosa (azúcar) y libera esta en el torrente sanguíneo. La glucosa es vital para la salud, dado que es una importante fuente de energía para las células que forman los músculos y tejidos, así como la principal fuente de combustible del cerebro. La insulina es una hormona producida por el páncreas que regula la concentración de glucosa en sangre y ayuda a que la glucosa entre en las células para suministrarles energía.

Un efecto habitual de la diabetes no controlada es la hiperglucemia o acumulación de glucosa en sangre, bien porque el páncreas no secreta suficiente insulina o bien porque el organismo no puede usar adecuadamente la insulina producida.

La prevalencia mundial de la diabetes era del 8,8 % en 2017, con 425 millones de personas de entre 20 y 75 años afectadas.

Tipos de diabetes

Existen tres tipos principales de diabetes:

  • Diabetes tipo1: causada por una reacción autoinmunitaria en que el propio cuerpo destruye las células productoras de insulina, lo que impide su producción. Se presenta en aproximadamente el 5-10 % de las personas que tienen diabetes. Suele aparecer en la infancia o juventud y precisa la administración diaria de insulina para sobrevivir.
  • Diabetes tipo 2: causada por una utilización ineficaz de la insulina por el organismo. Es la más frecuente. Presente en el 90-95 % de las personas con diabetes, surge en la edad adulta, su incidencia aumenta en personas de edad avanzada, y está relacionada con el sobrepeso y la inactividad física.
  • Diabetes gestacional: ocurre en el 2-5 % de los embarazos. Normalmente se resuelve después del parto, aunque hay un riesgo alto de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de la vida en estas mujeres.

¿Qué problemas puede causar la diabetes?

La hiperglucemia, o niveles elevados de glucosa en sangre, con el tiempo puede provocar daños graves en muchos órganos y sistemas del cuerpo, que pueden ocasionar una discapacidad o incluso ser mortales. Las posibles complicaciones de la diabetes incluyen daño ocular (como la retinopatía diabética), daño a los nervios (neuropatía), daño renal (nefropatía), enfermedad cardiovascular (ataque cardíaco, accidente cerebrovascular), daños en los pies (que pueden determinar la amputación de miembros inferiores), enfermedades de la piel, deterioro auditivo, enfermedad de Alzheimer y depresión.

La diabetes gestacional puede determinar un mayor riesgo de complicaciones de salud para el bebé, como exceso de crecimiento, bajo nivel de glucosa en sangre al nacer, riesgo de obesidad de niño o adolescente, o presencia de diabetes tipo 2 más adelante en la vida.

En la madre pueden aparecer complicaciones como preeclampsia (presión arterial alta, exceso de proteínas en la orina, e hinchazón de piernas y pies) que pueden dar lugar a complicaciones graves e incluso mortales, tanto para la madre como para el bebé.

Síntomas

Los síntomas comunes para la diabetes tipo 1 y tipo 2 son:

  • Aumento de la sed.
  • Micción frecuente.
  • Hambre extrema.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.
  • Presencia de cetonas en la orina.
  • Fatiga.
  • Irritabilidad.
  • Hormigueo o entumecimiento de manos y pies.
  • Visión borrosa.
  • Llagas que tardan en cicatrizar.
  • Infecciones frecuentes (en encías o piel y vaginales).

Diagnóstico y control de la diabetes

El diagnóstico de la diabetes se realiza mediante un análisis de sangre, midiendo los niveles de glucosa en sangre, y con la prueba de la hemoglobina glucosilada o HbA1C se puede comprobar cómo se está controlando la diabetes:

  • Glucemia basal (en ayunas): >126 mg/dl.
  • Hemoglobina glucosilada: >6,5 %.

Una vez diagnosticada la enfermedad, se aconseja realizar revisiones periódicas que incluyan:

  • Fondo de ojo.
  • Medición de la presión arterial.
  • Análisis de la función renal.

¿Cómo cuidar y tratar los síntomas de la diabetes?

El único tratamiento para la diabetes tipo 1 es la administración de insulina diaria.

La diabetes tipo 2 se puede prevenir o retrasar con cambios de estilo de vida saludable y, en caso necesario, la administración de medicamentos específicos en función de las características clínicas del paciente:

  • Bajar de peso, si tiene sobrepeso: bajar el 7 % del peso corporal para reducir el riesgo de diabetes.
  • Tener una alimentación saludable: alimentos ricos en fibra, con bajo contenido graso y pocas calorías, centrándose en frutas, vegetales y cereales integrales.
  • Hacer actividad física regularmente: al menos 30 minutos de actividad aeróbica moderada diaria o 150 minutos por semana.
  • Medicaciones: biguanidas (metformina, que es el primer medicamento que se receta habitualmente), inhibidores de la alfa decarboxilasa, sulfonilureas, inhibidores de la enzima dipeptidil peptidasa 4 (iDPP-4), inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2), agonistas de péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) o insulinas..