Seleccionar página

Complicaciones de la diabetes

1. Diabetes y enfermedad cardiovascular

Alto riesgo cardiovascular

Las complicaciones cardiovasculares son la principal causa de muerte de los pacientes con diabetes tipo 2. Tanto es así que muchos médicos consideran que la diabetes tipo 2 es una situación de alto riesgo cardiovascular.

Infarto, arteritis y accidente cerebrovascular

En los diabéticos, el riesgo de muerte por infarto se multiplica por dos o por tres. El riesgo de arteritis (inflamación de las paredes de las arterias y reducción de su diámetro) se multiplica por cuatro a seis y el de accidente cerebrovascular (ACV) por dos a tres.

Factores de riesgo cardiovascular

Los clásicos factores de riesgo cardiovascular -hipertensión arterial, exceso de colesterol y tabaquismo- son «cómplices» de la diabetes y aumentan el riesgo. La presencia de daño renal debido a la diabetes también aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares.

2. El pie diabético

Riesgo de gangrena

Al perder la sensibilidad al dolor, el paciente diabético pierde los medios básicos de protección de los pies. Sin embargo, los diabéticos no se curan bien. Con ellos, cualquier herida menor, debida al banal roce de un zapato o a la lesión de una uña encarnada o mal cortada, es por tanto susceptible de complicarse. La gangrena (muerte del tejido) de las extremidades es 40 veces más común en diabéticos que en no diabéticos. Del 5 al 10 % de los diabéticos son víctimas algún día de una amputación.

Prevención del pie diabético

Los diabéticos que han perdido la sensibilidad al dolor en los pies y los que tienen arteritis (inflamación de las paredes de las arterias) de las extremidades inferiores son los que corren mayor riesgo. La prevención es primordial en estos pacientes: higiene del pie, calzado atraumático, cuidado de la pedicura y un seguimiento objeto de una formación especializada.

3. Diabetes y vista

Retinopatía diabética

La diabetes puede dañar los ojos. La afección más grave es la retinopatía diabética (daño a la retina). Esta evoluciona en silencio, sin el menor dolor, y puede dejarte ciego. El riesgo de retinopatía diabética se reduce si la diabetes está bien controlada, la presión arterial está bajo control y los ojos se examinan periódicamente. El tratamiento es necesario cuando la enfermedad amenaza la visión. El tratamiento más utilizado es el láser, que quema los vasos sanguíneos anormales de la retina.

Catarata

El cristalino, es decir, el cristalino del ojo, es muy permeable a la glucosa. Expuesta crónicamente a un exceso de glucosa, se opacifica: es la catarata. La cirugía es actualmente el único tratamiento para las cataratas. La operación consiste en retirar el cristalino enfermo y sustituirlo por una lente intraocular.

Glaucoma

La diabetes es un factor de riesgo para el glaucoma. En el glaucoma, el aumento de la presión del líquido en el ojo comprime el nervio óptico. Este fenómeno se traduce en una disminución del campo visual y una pérdida progresiva e irreversible de la visión. El proceso es completamente indoloro. La única forma de detectar el glaucoma es que un oftalmólogo mida la presión ocular. El tratamiento para el glaucoma crónico tiene como objetivo controlar la presión dentro del ojo. Atención, la presión arterial no tiene nada que ver con la presión en el ojo.

4. Diabetes y riñones

Los riñones constantemente filtran la sangre. Eliminan ciertos productos de desecho como la urea y retienen moléculas útiles para el organismo. Practican una especie de clasificación selectiva, pero cuando están dañados, como en el caso de la diabetes, dejan pasar las proteínas en la orina.

La microalbuminuria es la presencia de demasiada albúmina, un tipo particular de proteína, en la orina. En la diabetes tipo 2, la microalbuminuria es tanto un marcador de un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular como un marcador del riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica.
La diabetes no controlada o no tratada puede provocar insuficiencia renal a largo plazo (insuficiencia renal) que puede conducir a la diálisis.

5. Diabetes y nervios

La diabetes, sobre todo si es desequilibrada y antigua, ataca todo tipo de nervios. De hecho, la diabetes es tóxica para las conexiones nerviosas y los vasos sanguíneos que las alimentan. Los síntomas de la neuropatía diabética (daño a los nervios) dependen de los nervios dañados:

  • Pérdida de sensibilidad y sensación de hormigueo o ardor en los pies.
  • Trastorno del equilibrio relacionado con una percepción alterada de la posición de las articulaciones.
  • Presión arterial y trastorno del ritmo cardíaco.
  • Trastorno de la sudoración (sudoración excesiva o ausente)
  • Funcionamiento alterado de la vejiga (retención urinaria), del sistema digestivo (diarrea, náuseas, etc.)
  • Impotencia.

Casi uno de cada dos diabéticos se queja de dolor. Afortunadamente, varios medicamentos pueden tratarlos.

Referencias:
Artículo escrito por el Dr. Jean-Yves Hindlet.